El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, calificó el encuentro con el presidente Javier Milei y sus homólogos provinciales como “una reunión de trabajo”, destacando una “actitud diferente” en la relación entre el Gobierno nacional y las provincias, en el marco de la agenda de reformas estructurales impulsadas por el Ejecutivo.
“Fue una reunión de trabajo, dialogamos cerca de dos horas y media con el Presidente y todo su Gabinete sobre los temas más relevantes que la Argentina enfrenta de cara al futuro”, explicó el mandatario entrerriano en declaraciones posteriores al encuentro en la Casa Rosada.
Frigerio afirmó que la agenda incluyó las reformas estructurales que el país “viene postergando hace 30 años” y que ahora existe “una oportunidad real de avanzar”. “Considero que estamos más cerca que nunca de concretarlas exitosamente, más allá de la necesaria discusión del Presupuesto que también el país debe abordar”, señaló.
Consultado sobre las diferencias con la reunión anterior entre Milei y los mandatarios provinciales, el gobernador enfatizó que “ahora hay otra actitud”. Explicó que “existe una conciencia tanto en el Gobierno como en las provincias, que se mostraron predispuestas a colaborar, de que debemos trabajar juntos porque estamos ante una posibilidad histórica”.
Asimismo, Frigerio resaltó el respaldo social a la dirección del Gobierno: “La ciudadanía ha comprendido que este es el camino y no debemos retroceder”, afirmó, confirmando que el Poder Ejecutivo convocará a sesiones extraordinarias en diciembre para debatir las reformas.
Desde su asunción, el gobernador entrerriano ha manifestado una postura favorable al diálogo institucional con el oficialismo, aunque mantiene críticas en materia fiscal y federal. Sin embargo, su tono moderado y su apuesta por el consenso lo posicionan como uno de los interlocutores más activos en la búsqueda de acuerdos entre la Nación y las provincias.
En este sentido, Frigerio consideró que el encuentro con Milei “marca el inicio de una nueva etapa” donde la prioridad es “superar la confrontación y avanzar en los cambios estructurales que Argentina necesita”.
“Si continuamos debatiendo el pasado, no construiremos el futuro. Es momento de mirar hacia adelante, con responsabilidad y diálogo”, concluyó el mandatario.







