La actividad económica experimentó un leve repunte en agosto, interrumpiendo una serie de tres caídas consecutivas. No obstante, la tendencia al estancamiento persiste en un escenario de salarios reales deprimidos, tasas de interés volátiles e incertidumbre preelectoral.
El INDEC informó este miércoles que el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró una mejora del 0,3% en comparación con julio. Sin embargo, el dato de la serie desestacionalizada fue inferior a los observados entre diciembre del año anterior y mayo del presente año (con excepción de marzo).
La consultora Equilibra había anticipado en su propia medición un repunte del 0,5% en el EMAE para el mes en cuestión. Desde la entidad explicaron que, si bien se preveía un mayor impacto del aumento de las tasas en agosto, también era razonable esperar un cierto rebote en actividades que venían experimentando descensos significativos en los últimos meses, como la producción industrial de alimentos y bebidas, y el comercio.
Asimismo, hace un par de semanas, el INDEC reportó un crecimiento del 0,6% mensual en la industria durante agosto, aunque este no logró compensar las caídas de junio y julio. La consultora LCG detalló en un informe que la mitad de los sectores mostraron incrementos respecto al mes previo, mientras que la otra mitad sufrió retrocesos; “la industria alimenticia creció un 2,1% y podría decirse que aportó por sí sola los 0,6 puntos de crecimiento”, precisó al respecto.
Por su parte, la actividad de la construcción se incrementó un 0,5% mensual. “El dato confirma el crecimiento ‘serrucho’ que viene observándose en los últimos meses: tras un mes al alza le sigue uno a la baja y viceversa. Así, la actividad se mantiene estancada respecto al cierre de 2024, el cual resulta un nivel bastante por debajo al de noviembre de 2023 (-21%)”, plasmó LCG en su reporte.
El EMAE registró su incremento anual más acotado desde noviembre de 2024.
En términos anuales, la economía avanzó un 2,4%, aunque esta fue la menor variación desde noviembre de 2024. A nivel sectorial, los incrementos que más explican este crecimiento fueron los registrados por bancos (+26,5%) y el rubro minero-petrolero (+9,3%).
En el extremo opuesto, los sectores que más incidieron a la baja fueron la industria (-5,1%) y el comercio (-1,7%). “Estos datos reflejan aún el escenario de una economía estancada y recesiva”, señaló Tomás Amerio, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
Mientras tanto, la construcción, otro sector de considerable peso en la economía, exhibió un alza anual del 1,5%.
Amerio sostuvo que “la alta incertidumbre previa a las elecciones ha generado una caída del consumo e inversión, y la salida de ahorro de la economía, desfinanciando la demanda interna”. “Todo esto impacta negativamente sobre la actividad económica. Si el resultado de los comicios revierte la incertidumbre, también lo hará esta actitud precautoria de la gente y de las empresas, volviendo a darle impulso a la economía”, acotó.