En el Día de la Independencia, el mandatario busca hacer una demostración de fuerza y espera reunir a “millones de personas” en San Pablo. La oposición también convocó manifestaciones bajo la consigna “Fuera Bolsonaro
Brasil celebra este martes su Día de la Independencia bajo alta tensión: el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro convocó a marchas por la “libertad” con las que confía en movilizar masivamente a sus bases más radicales en un momento en que está enfrentado con el poder judicial y en plena caída de popularidad.
Durante su discurso ante miles de personas en Brasilia, Bolsonaro volvió a amenazar al Tribunal Supremo, que abrió una investigación contra el mandatario sobre difusión de noticias falsas y amenazas a la democracia por la que fueron detenidos numerosos activistas de ultraderecha.
“No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder encuadra a los suyos o ese poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos que ocurra”, afirmó el mandatario ante sus seguidores, en referencia al magistrado Alexandre de Moraes, encargado de los procesos de violación contra la democracia.
“El Supremo Tribunal Federal perdió las condiciones mínimas de seguir dentro de aquel tribunal”, agregó.
Bolsonaro también afirmó que seguirá “jugando dentro de las cuatro líneas (de la Constitución) pero a partir de ahora no admito que otras personas, o dos personas, jueguen fuera de las cuatro líneas”. Y agregó, “la regla de juego es una sola, respeto a la Constitución, libertad de opinión y que la voluntad popular esté por encima de todos.
En Brasilia, protegida por 5.000 agentes, la jornada arrancó con el acto oficial del izamiento de bandera en el Palacio de la Alvorada, la residencia del jefe de Estado. Pero Bolsonaro no aguardó el fin de la ceremonia: se subió a un helicóptero para sobrevolar la concentración de sus partidarios en la simbólica Explanada de los Ministerios (ver video arriba de la nota).
Ahí decenas de miles de personas ondeaban banderas del presidente, rezaban y pedían el impeachment de los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF). La víspera, cientos de manifestantes se concentraron en el centro de la capital. Tras romper un bloqueo policial, muchos de ellos ingresaron con camiones y otros vehículos por la avenida que conduce al Congreso, al Supremo Tribunal Federal y otros edificios del gobierno.
“¡Acabamos de invadir! La policía no pudo contener al pueblo! Y mañana vamos a invadir el STF”, gritaba uno de los partidarios del presidente en un video difundido por los medios locales.
A pesar de afirmar que el objetivo de las marchas es defender la “libertad”, muchos de los manifestantes que apoyan a Bolsonaro y que se organizaron mediante las redes sociales prevén enarbolar eslóganes en favor de ataques a las instituciones democráticas. Algunos incluso piden una “intervención militar” comandada por el mandatario, de 66 años, un excapitán del Ejército que defiende la dictadura militar (1964-1985).
Movilización en Rio y San Pablo
En Rio de Janeiro, varios miles de seguidores también desfilaron en la playa de Copacabana con banderas brasileñas en señal de apoyo al dirigente. Y por la tarde Bolsonaro viajará a San Pablo, donde espera reunir a “millones” en la emblemática Avenida Paulista.
“Llegó la hora de decir el día 7 que nos volvimos independientes (…) para decir que no aceptamos que alguien en Brasilia quiera imponer su voluntad”, exclamó Bolsonaro durante un discurso la semana pasada. Era una clara alusión a los jueces de la Corte Suprema y del Tribunal Superior Electoral contra los cuales está en guerra después de que estos abrieran varias investigaciones contra él y su entorno, entre otras cosas por difundir informaciones falsas.